Ficha técnica

Reseña histórica

Con un retraso de casi dos años desde que fuera ordenada su formación por la Dirección General de Obras Públicas, el 13 de agosto de 1863 se redactaba por el mismo ingeniero de Caminos Jaime Font y el visto bueno del nuevo ingeniero jefe de la provincia Carlos María Cortés, el que sería tercer proyecto de la casa para almacenes y habitación a los torreros del faro de Tarifa. Más costoso que los anteriores, proporcionaba las habitaciones precisas para el ingeniero y los tres torreros que correspondían de dotación al faro, además de los almacenes, taller y depósito de aceite, alrededor de un espacioso patio con galería porticada y su propio aljibe excavado en la roca para el abastecimiento de agua. El 26 de enero de 1864, era aprobado el último proyecto de casa para almacenes y habitación para los torreros del faro de Tarifa, para el que se señaló que se adjudicaran las obras en pública subasta y diciendo que la reina se había dignado a dar su real autorización para que se llevaran a cabo las obras. Las obras se adjudicaron por orden del 27 de mayo y el 13 de julio el ingeniero jefe que las obras de la nueva casa para almacén y habitación de los torreros del faro de Tarifa ya habían dado comienzo. Las obras fueron recibidas el 22 de diciembre de 1866.

Resumen técnico

Como se puede comprobar, tras los distintos análisis de la edificación, el inmueble que hoy existe es el resultado de la concatenación de numerosas intervenciones que se han ido realizando a lo largo de los años. En la actualidad sólo se encuentra en uso una pequeña parte de la edificación. El resto son zonas en desuso e incluso zonas con necesidad urgente de intervención para evitar su ruina. Los trabajos previstos en el inmueble persiguen la consolidación de la edificación, hoy muy deteriorada, adecuándolo al uso que se desarrolla en el mismo como espacio de apoyo al funcionamiento del faro y recuperando aquellos elementos característicos que se han ido perdiendo a causa de las numerosas intervenciones a las que se ha visto sometido. Se propone la recuperación de la imagen de fachadas del edificio que se considera más coherente de las que ha presentado desde la ampliación que evidentemente conservamos. Como base de trabajo se usa como documento de apoyo las imágenes históricas recuperadas del primer tercio del s. XX en donde se puede apreciar la morfología original. Otra de las patologías más extendidas en el edifico es la presencia de humedad tanto en pavimentos, como paramentos lo que ha provocado, como se ha explicado anteriormente, parte de las afecciones de la estructura horizontal. Para tratar de eliminarlas se ha optado por la realización de una solera seca en toda la edificación bajo la cual, además, se ha previsto un dren perimetral que conduzca las posibles filtraciones del terreno.