Del origen del puente existió gran controversia en los anales historiográficos ya que algunos autores defienden la hechura romana de algunos sillares almohadillados presentes en la fábrica, mientras que otros, sitúan el origen de estos sillares en época renacentista. De cualquiera de las formas, la traza y el origen de las fábricas se remontan a los últimos años del siglo XII.
En la Guerra de la Independencia se voló uno de los pilares centrales, estando habilitado el paso durante medio siglo por una estructura de madera, hasta que pudo ser reconstruido. Las últimas actuaciones reseñables datan de 1921.
El tramo original, que es el principal del puente, constaba de diecisiete arcos, que en origen seguirían una cadencia creciente de los márgenes hacia el centro. De este primitivo puente se conserva actualmente su trazado, los arcos apuntados de arenisca, restos de tajamares aquillados y varios arquillos de descarga, todo ello también en arenisca.
El estado de conservación del puente es lamentable, dando un aspecto de ruina preocupante y desamparada. La fábrica se encuentra amenazada por la erosión, favorecida por el crecimiento de maleza sin control, que lo socava poco a poco. Muchas partes del puente se encuentran fragmentadas y casi la mitad de su muro perimetral se encuentra desaparecido.
Teniendo en cuenta las disponibilidades, al tratarse de una obra de enormes proporciones, se ha considerado realizar las operaciones más necesarias para que el puente quede en situación estabilizada y operativa, dejando para otro momento la realización de otras intervenciones que, aunque obligadas, no responden a la misma urgencia y logrando, con lo propuesto, un mantenimiento y uso razonable de la infraestructura.