Ficha técnica

Reseña histórica

La Torre de Hércules es un faro construido en el siglo I a.C., en tiempos del emperador Augusto. Se trató de una pieza fundamental del programa de expansión marítima por el Atlántico llevado a cabo por el imperio romano a finales de la centuria. Con la desmembración del Imperio, la Torre inicia un largo período de decadencia, porque al desaparecer la navegación de altura, el faro pierde su función quedando relegado a una simple torre de vigitancia. Ese fue el papel que desempeñó durante las incursiones normandas a partir del siglo IX. En el siglo XII la torre fue restaurada por el arzobispo Xelmírez, consciente de su valor estratégico para la protección de la costa, convirtiéndola en una fortaleza. A comienzos del siglo XIII, Alfonso IX funda la ciudad de A Coruña. Su surgimiento supondrá la expoliación del faro, que verá como sus sillares son arrancados y reutilizados en los nuevos edificios que se empiezan a construir en la llamada Ciudad Vieja. A la altura de 1209 el aspecto del faro era muy diferente al original. Había perdido las cuatro fachadas y la rampa de acceso a la linterna, y sólo conservaba en mejores condiciones el núcleo interno. En 1685, siendo el Duque de Uceda, Capitán General de Galicia, se construye una escalera de piedra por el interior ele la Torre y se colocan unos faroles en la rotonda para que el faro volviera a funcionar. Debido a la importancia que adquiere el comercio marítimo en el siglo XVIII y sobre todo gracias a la designación de Ferrol como base de la Armada, la Torre vive su particular renacimiento. En 1780 el Consulado del Mar emprende la reforma del faro, colocando al frente del proyecto al ingeniero militar Eustaquio Giannini, que realizará un respetuoso trabajo de restauración que conseguirá salvaguardar la integridad de la obra.

Resumen técnico

Actualmente las cámaras OD y 2D de la Torre de Hércules se encuentran cerradas al público debido a que se han producido desprendimientos de material de las bóvedas, y en algunos casos, de los paramentos. Es por ello, que se hace necesaria la restauración de dichas cámaras, de forma que puedan ser abiertas nuevamente al público. Asimismo, estas obras servirán para realizar un aporte en el campo de la investigación, para ahondar en el estudio la evolución de las condiciones atmosféricas en el interior del monumento y para abrir la puerta del bien al mundo universitario también en lo que atañe a la conservación preventiva.