Ficha técnica

Reseña histórica

El Colegio de la Compañía de Jesús de Trigueros fue fundado, al finalizar el segundo tercio del siglo XVI, bajo la advocación de Santa Catalina, por el hidalgo Francisco de la Palma y Araujo, clérigo natural y vecino de dicha localidad onubense. Desde su creación, esta Casa, única de la Compañía de Jesús en tierras onubenses y sexta en orden de antigüedad de las fundadas en la provincia jesuítica de Andalucía, se convirtió en un importante foco de religiosidad y cultura en dicho territorio. El conjunto conventual triguereño hubo de sufrir dos envites de los que jamás conseguiría recuperarse, el terremoto del 1 de noviembre de 1755 y la expulsión de los jesuitas decretada por Carlos III en 1767. Ambos acontecimientos, causaron el deterioro físico, más o menos inmediato, de dicha fábrica. Los daños derivados de estos sucesos, unidos al desgaste derivado del paso del tiempo y a la acción del hombre, han dejado reducido, lo que antaño fuera un impresionante conjunto arquitectónico, a un menoscabado cuerpo de iglesia y a un modificado espacio abierto, a modo de patio, pegado a los muros de dicho templo por el lado de la epístola.

Resumen técnico

Las obras propuestas en esta 1ª Fase de intervención son las que a continuación se relacionan: • Actuaciones de conservación preventiva de las fábricas del antiguo Colegio de Santa Catalina y de aseguramiento de la estanqueidad en las cubiertas al objeto de eliminar las infiltraciones y demás agentes de deterioro estructural del inmueble. • Recuperación de la fachada urbana del Bien de Interés Cultural posibilitando así su integración efectiva en su contexto urbanístico inmediata, cualificando su propio entorno de protección patrimonial. • Recuperación del claustro y de sus accesos interiores y exteriores, habilitándolo para usos compatibles con la preservación de sus valores patrimoniales. • Realización de catas arqueológicas y estudios paramentales para su lectura estratigráfica y la documentación de sus trazas edilicias y conformación de los revestimientos originales como actuaciones de apoyo a su conservación. • Previsión de instalaciones necesarias para su puesta en valor. Todas estas actuaciones junto con la limitación presupuestaria establecida son las premisas sobre las que se desarrolla esta primera fase de intervención, en la que solamente se pondrá en uso el espacio correspondiente al antiguo claustro. En la antigua iglesia se abordarán las patologías estructurales, se restituirá la cubierta y se realizarán los trabajos encaminados a conseguir la estanqueidad del edificio: revestimientos y carpinterías exteriores. No obstante, no se abordarán capítulos tan decisivos como instalaciones y revestimientos interiores, permaneciendo por ello clausurada y pendiente de una segunda fase.