Ficha técnica

Reseña histórica

Briones es uno de los municipios con mayor riqueza patrimonial de La Rioja. Su ubicación es privilegiada ya que se alza sobre un cerro cuya ladera norte está cortada sobre el RÍO EBRO con una pendiente muy acusada. Las vistas sobre el valle del Ebro son muy extensas. Las primeras referencias históricas sobre Briones se remontan a la época de los romanos. Varios siglos más tarde, concretamente en la Crónica Albeldense, se menciona la actuación del monarca asturiano Alfonso I (739-757) en Briones y otras seis localidades de la zona. Como toda la franja del Ebro en el territorio riojano, este municipio será también partícipe y testigo de las luchas expansivas entre los reinos cristianos. Así, fue sarracena hasta finales del siglo IX, siglo en el que se incorpora inicialmente al reino navarro, para pasar a mediados del siglo XI al Reino de Castilla. En este contexto, el rey castellano Fernando III el Santo (1217-1252) nombró el primer Señor de Briones, título que recayó en Don Diego López de Haro, sobrino del monarca, momento en el que el Señorío permanecerá adscrito a la Corona de Castilla, aunque sufriendo las seculares disputas territoriales con el vecino Reino de Navarra. El régimen de Señorío se mantuvo hasta el año 1837.

Resumen técnico

El recinto del castillo se continuaba con el del caserío urbano mediante murallas en las que se abrían puertas. Al exterior existen calles conformando un paseo de ronda. Conteniendo el empuje de las mencionadas calles se alzan muros de piedra arenisca contra la pendiente. Son de en torno a 0,5 m de espesor y de altura variable. El objeto del presente Proyecto de Restauración se ciñe a las cercas del trayecto de estas calles comprendido entre la Puerta de la Concepción y la Ermita del Cristo. En este tramo y en la línea de muralla el posterior caserío, de nueva planta, ha sustituido a los paños de muralla. Solo los dos o tres primeros edificios a partir de la Puerta de la Concepción podrían, no sin debate, contener trozos de este recinto amurallado. Su estado de conservación es aceptable y no se interviene. Al otro lado de la calle se alza la cerca principal objeto de restauración. Es un muro de piedra arenisca de unos 50 cm de grosor que levanta 55-60 cm desde la calle. Hacia el lado contrario la altura es variable entre 1 m y 2,5 m. Hacia el lado contrario, suroeste, los taludes de terreno natural de variada pendiente bajan hasta las calles inferiores; un callejón-paso a media altura, que hemos denominado C/ Intermedia, y más al sur la C/ Cuesta Dulce. En esta última calle un muro de piedra arenisca en peor estado contiene el talud. En los dos extremos de este muro, tras puerta con llave, se encuentran los accesos a dos calados tradicionales.