Ficha técnica

Reseña histórica

La geografía de la Europa medieval fue redefinida de manera decisiva desde el siglo IX por el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago. Santiago junto con Pedro y Pablo eran los únicos apóstoles enterrados en Occidente, lo que provocó la peregrinación de viajeros españoles y transpirenaicos. Esta circunstancia en conjunción con el afianzamiento de los reinos hispano cristianos, la repoblación de los territorios, el desarrollo de las órdenes monásticas y la consolidación del rito romano trajo como consecuencia el desarrollo urbano y el intercambio cultural. El trazado del camino de la peregrinación no se generó espontáneamente; la antigua calzada romana entre Burdeos y Astorga se convirtió en un eje principal en el tránsito de la ruta compostelana. Los Pirineos eran atravesados por San Juan Pie de Puerto, alcanzando el puerto de Ciza, el collado de Lepoeder, y Burguete. Los yacimientos romanos en Espinal acreditan que Roncesvalles ha sido lugar de paso, comunicación y tránsito de personas y bienes entre la antigua Galia e Hispania. Pero incluso mucho antes, en la Edad de Bronce y de Hierro, Roncesvalles también había estado habitado. Los restos prehistóricos de dólmenes, menhires, cromlechs y cuevas -como la de Zatoya- son prueba de ello. Las peregrinaciones alcanzaron su mayor popularidad entre los siglos XII y XIII. Los peregrinos centroeuropeos se dirigían a España por cuatro rutas que pasaban por cuatro ciudades principales en Francia: Toulouse, Le Puy, Limoges y Tours. La vía de Toulouse cruzaba los Pirineos por Somport. Las otras tres rutas se unían en Ostabat y atravesaban por Roncesvalles. La atención hospitalaria jalonaría la ruta y nacería naturalmente en los puntos más duros. Los viajeros eran recibidos en los establecimientos religiosos que estaban preparados para acogerlos.

Resumen técnico

El proyecto de rehabilitación propone la eliminación de los elementos que en la actualidad fragmentan la superficie ajardinada que hay frente a la fachada principal de la Casa Prioral y dificultan la percepción unitaria del lugar. Este espacio ajardinado es, en realidad, un espacio único que enmarca la Casa Prioral y así se debería poder contemplar. Se propone derribar el muro perimetral para unificar la zona occidental ajardinada y para hacer permeable física y visualmente el límite con la carretera, de manera que se potencie la relación entre el entorno de la Casa Prioral y el entorno de las capillas e Itzandegia. Para ello, el proyecto plantea también la peatonalización del límite de la carretera, con el objetivo de que este espacio, actualmente residual y desagradable, pase a ser un agradable paseo de conexión entre el entorno de las capillas y la zona de Casa Sabina, desde el que se podrá acceder de forma libre a la zona ajardinada para disfrutar de ella y poder contemplar la Casa Prioral y su entorno. La propuesta pretende también potenciar la importancia del camino principal, el Camino de Santiago, diferenciando el carácter entre éste y el camino de conexión con la zona de Casa Sabina, y reducir la presencia de vehículos en el entorno y mejorar la accesibilidad.